El otro día fuimos Natalia y yo de compras y al Starbucks, nos compramos montones de cosas y como no, el frapuccino de chocolate blanco estaba para comerselo.
Pero lo mejor de la tarde fue estar con ella. Porque aunque ya nos conocíamos nunca nos habíamos conocido a fondo y ahora que lo hemos hecho somos inseparables y no podría vivir sin tenerla a mi lado, La quiero.
Con ella, una tarde llena de risas, diversión y sobretodo de muchos probadores.
Besos