sábado, 4 de diciembre de 2010

Max Mara

Sabía que era un sueño. Y a pesar de ello, tenía miedo, un miedo que la paralizaba en realidad, mientras que en el sueño era capaz de moverse. Caminaba por un lugar muy oscuro, muy denso. Era como si estuviese inmersa en un espacio en el que podía verlo y tocarlo, así que sus movimientos eran lentos y premiosos. Le costaba avanzar, a pesar de que desde el sueño ella se lo gritaba a sí misma.
-¡Vamos, despierta! ¡Hazlo, ya! ¡No es más que un sueño!¡Ya no estás aquí, no es más que una ilusión!
Entonces percibió el tam-tam. Un batir de tambores lejano, pero fuerte, que iba alejándose muy despacio de ella. No veía nada. Tan sólo sabía que, cuando escuchara el último golpe, todo habría acabado, porque el tam-tam provenía de sí misma, de su corazón. El tam-tam eran los latidos de su corazón. La oscuridad se hizo más profunda, y con ella creció la angustia. Extendió una mano, buscando algo a lo que agarrarse, y de pronto lo encontró: otra mano. Se sintió a salvo, pero sólo fue una breve sensación. La otra mano la sujetó con firmeza y tiró de ella para alejarla aún más de los latidos. Se resistió, luchó. Pero la mano era implacable, y la oscuridad, cada vez mayor, más asfixiante. Amenazaba con cerrarse del todo y aprisionarla para siempre, por toda la eternidad. Entonces se rindió, comprendió que ya no podía más. Se rindió y, justo en este momento, de alguna parte, le llegó una voz.
-¡Hay uno, hay uno!
La esperanza. Todo cambió en un segundo. La mano la soltó, la oscuridad se rompió con una tenue claridad y el sonido del tam-tam retumbó en sus oídos. Y suave, muy suavemente, abrió los ojos. Estaba en su cama, en su habitación, en el mundo real. Recordó otra cama,  otra habitación, otro mundo, el del hospital, la mañana que abrió los ojos y le dijeron que estaba viva. VIVA!







viernes, 3 de diciembre de 2010

Natalia (L)

¿Alguna vez amaste a alguien tanto que apenas puedes respirar?
Cuando estas con él.Tienes ese sentimiento raro. Si, solías sentir esos escalofríos. Todo perfecto. Ayer ha terminado; es un día diferente. Ahora están cara a cara tirando veneno en sus palabras. Suena como canciones rotas sonando otra vez, pero se lo prometiste. La próxima vez no tendrás otra oportunidad. La vida no es un juego y yo no soy tu Barbie. Pero mentiste otra vez. Ahora te toca mirarme y salir por la ventana. Supongo que por eso la llaman ventana del dolor. Ahora sé que dijimos cosas, hicimos cosas que no queríamos. Y volvimos a caer en los mismos patrones, misma rutina. Pero tu humor es tan malo como el mío. Eres lo mismo que yo. Pero cuando se refiere al amor, eres igual de ciego.







jueves, 2 de diciembre de 2010

Te quiero!

C: Es solo un juego... Odio perder, estas libre de irte.
B: Gracias.
S: Chuck, ¿Por que has hecho esto?
C: Porque la quiero... pero no puedo hacerla feliz.









miércoles, 1 de diciembre de 2010

Sueña..

Sueños, imágenes caprichosas que se mezclan con nuestros recuerdos, alborotan nuestra memoria durante noches y noches, horas y horas... Los sueños están ahí, cada noche, dentro de tu cabeza, donde nadie puede verlos excepto tú, porque son tuyos, sin embargo no puedes controlarlos, dependen de si mismos aunque se alimentan de ti.











martes, 30 de noviembre de 2010

Julia :)

Si nuestro sueños se hicieran realidad... ¿Cómo sería nuestra vida en la actualidad? En el fondo del corazón, todos soñamos, todos creemos que tenemos un don, que podemos ofrecer algo especial, que podemos amar de una manera única, que podemos comunicarnos y entendernos con los demás de un modo muy singular, que podemos mejorar este mundo. Entonces... sigamos confiados y poniendo todo para lograr lo que queremos en la vida. Mantengamos vivas las aspiraciones y no dejemos todo en manos del destino. Hagamos nuestra parte del trabajo construyendo sobre los sueños, avanzando sobre las aspiraciones, sabiendo que los logros necesitan de mucho esfuerzo, de coraje, de tiempo, de aciertos y errores, de tristezas, de alegrías, y esencialmente de la fe, que es ese llamado interior que te sacude y te levanta cuando bajo cualquier excusa comienzas a renunciar.





lunes, 29 de noviembre de 2010

Nieva mas que nunca

Alguien me dijo una vez que tienes que elegir entre ganar o perder; no puedes tenerlo todo. No corras riesgos, puedes sentir el dolor. No ames en vano porque ese amor no te hará libre. Podría quedarme a un lado y ver la vida pasar delante de mí, tan infeliz, pero lo evitaré mientras pueda. ¿Y qué si me duele? ¿Qué si me parte en dos? ¿Y qué si este mundo sólo me lanza al abismo? Mis pies se quedan sin tierra firme que pisar, tengo que encontrar mis sitio, quiero oír mi voz. No me importa que venga más dolor, porque yo sólo intento ser feliz.