jueves, 25 de noviembre de 2010

Marco Grisolia

Hoy me he levantado, pero mi cama estaba vacía. No he encontrado tu ropa, perdida por algún cajón. No he logrado recordar esos ojos, marrón chocolate, que decían tantas y tantas cosas. Tampoco he conseguido revivir esos sentimientos, como cuando me dabas un beso y todo lo demás no importaba. Creo haber olvidado lo que sentía cuando me acunabas en tus brazos o cuando enterraba la cabeza en ese jersey gris, que tanto me gustaba, o simplemente cuando me alborotabas el pelo. Te has ido, y yo me he quedado aquí. ¿Dónde están tus promesas? ¿Dónde están tus excusas? Puede que para ti fueran solo simples palabras vacías, pero para mí, cada palabra era un mundo al que escapar contigo. ¿Debo llorar? ¿Debo desgarrar los días pensando que no volverás? ¿Debo hundirme o debo luchar? ¿Debo ser fuerte o me dejo ganar?















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