miércoles, 22 de diciembre de 2010

Calzedonia

Me veía en tus ojos reflejados, veía todos los días que pasamos juntos antes de que todo acabara, veía todas las ilusiones que vivimos en un pasado. Me duele no tenerte ahora, me mata saber que nunca más volveremos a vernos. Día tras día crece el sufrimiento, con cada lágrima, con cada pensamiento. Sólo me queda tu mirada, aquella que jamás borraré de mi mente.

martes, 21 de diciembre de 2010

Victoria's secret 2010

Te amé tal y como eras, y jamás querría que fueras de otra manera, te amé sin comprenderlo todo de ti, convencido de que el tiempo me daría la manera de hacerlo; quizá en medio de todo ese amor olvidara a veces preguntarte si me amabas hasta el punto de abrazar todo lo que nos separa. Quizá también nunca me dejabas tiempo de hacerte esta pregunta, como tampoco te lo dejabas a ti misma. Pero, a nuestro pesar, el tiempo ha llegado.













lunes, 20 de diciembre de 2010

Te love!






Nuestro amor nació de nuestras diferencias, de esa hambre de descubrimientos que sentíamos todas las mañanas, intacta, al despertar. Y ya que te hablo de mañanas, nunca sabrás la cantidad de horas que pasé mirándote dormir, mirándote sonreír. Pues, aunque no lo sepas, sonríes cuando duermes. No contarás jamás cuántas veces te acurrucaste contra mí, diciendo en sueños palabras que yo no comprendía; cien veces, es el número exacto.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Valentino

Cada vez que viajaba en avión, buscaba tu rostro entre las nubes, me imaginaba tus rasgos en esas formas que se estiraban en el cielo. Te había escrito cien cartas y recibido cien tuyas, dos por cada semana que pasaba. Nos habíamos jurado reencontrarnos en cuanto fuera posible. Cuando no estudiaba, trabajaba para ganar lo necesario para volver algún día contigo. Hice de camarera en restaurantes, de acomodadora de cine, o simplemente de repartidora de propaganda; y cada gesto que realizaba lo hacía pensando en la mañana en que por fin llegaría a Berlín, a ese aeropuerto en el que estarías esperándome. ¿Cuántas noches me dormí en tu mirada, en el recuerdo de la risa que nos entraba de repente por las calles de la ciudad gris?